Hace un par de semanas un amigo me recomendó ver Thor, película basada en la historieta creada en los sesenta por Jack Kirby y Stan Lee de Marvel.
No recuerdo haber visto o leído la historieta , así que no sabía qué esperar de la adaptación a la pantalla grande. Lo único que me parecía interesante es como este personaje, Thor, se ha mantenido a través de todos los tiempos. Thor pertenece a la mitología nórdica y germánica, si consultamos cualquier libro de mitologías o buscamos en la web encontráremos una cantidad exagerada de información sobre él.
Thor: dios del trueno con poderío sobre el clima, las cosechas, la protección, las batallas y la justicia. Su arma el martillo de guerra llamado Mjolnir.
Como dije al inicio de este escrito, Thor también pertenece a toda la generación de infantes que pudieron comprar o ver la historieta por televisión al rededor de los años 60s, 70s y principios de los ochenta.
Ahora bien, nuevas generaciones pueden mirar algunas hazañas del súper héroe, gracias a Marvel. Y como era de esperarse mucha gente manifiesta su amor por la película en distintos espacios virtuales. Además los artistas: Chris Hemsworth como Thor se ve muy bien (aunque en lo personal no me gustan los rubios) Natalie Portman como la joven científica sale guapísima. Pero yo me quedo con Tom Hiddleston como Loki el ambiguo hermanastro de Thor.
Es indiscutible que el manejo de las tecnologías visuales y auditivas por Marvel es impresionante y la fotografía de esta película es asombrosa. Y lo más seguro es que continúe la segunda parte de esta primera entrega.
En efecto, lo que más me atrapa de todo esto es el mito sobre el dios Thor y como se mantuvo en el imaginario colectivo de los nórdicos y germanos luego de la cristianización. Cosa que en Centroamérica, especialmente en El Salvador hubiese sido difícil de mantener ¿acaso no tendremos dioses de los cuales sentirnos orgullosos?
Nuestros abuelos y abuelas no nos cuentan historias sobre ellos. Quizá, circulen por ahí algunos mitos y leyendas, pero sobre todo se crearon para infundirnos temor sobre cosas que no se deben hacer. Cabe reconocer el esfuerzo que están haciendo por rescatar nuestros mitos y leyendas con ese asunto del bicentenario (Qué bien por las productoras). Habría qué pensar lo que se hará después del bicentenario en torno a esta situación cultural. Quizá la matanza del treinta y dos tenga que ver con el desconocimiento sobre esos dioses que pasaron de boca en boca por nuestros antepasados ¿Y los que sobrevivieron, qué les habrá pasado, se habrán convertido al evangelio? Sí es así, debería sentirme contenta porque soy cristiana, pero lamento informarle que me da mucha tristeza.
Quizá mi poco conocimiento se deba a que no he leído mucho al respecto y tampoco contamos con ancianos contadores de mitos, mucho menos encontraremos narradores en los parques. Y en los centros de estudios superiores no hay trabajos exhaustivos de nuestra mitología, si bien es cierto se han hecho pequeños estudios, pero todo ha sido aislado y muchos trabajos de esta índole yacen guardados en bibliotecas sin mayor trascendencia nacional.
Por tal razón, nuestros niños reconocen como sus héroes a: Súperman, Batman, Shreek, Fiona, Los cuatro fantásticos Spider Man, el gato con botas, entre otros. Y las niñas a quiénes reconocen como sus heroínas, no tengo la menor idea.
En mi caso, tengo un súper héroe: Jesucristo, no he leído cómic sobre él, pero he leído los cuatro evangelios, he visto cientos de películas desde las menos sangrientas hasta la más sádica de Mel Gibson. Y sigo creyendo. No sé si podría comparar a Thor con él, puesto que, Jesucristo no fue desterrado por mal portado y echado a la tierra, fue enviado con una misión de salvar a la humanidad y tuvo que obedecer. En fín no quiero entrar en comparaciones porque no acabaría nunca.
Mi objetivo solo era comentar, expresar las ideas que se cruzaron en mi mente luego de ver la película.
Considero que creer en algo es importante, sobre todo mantener ciertos ideales. Eso nos mantiene con vida y compartirlos de generación a generación es lo que nos hace humanos, seguidores de la tradición oral y ahora escrita.
Por naturaleza, todos somos narradores, pero ¿qué estamos narrando, qué estamos transmitiendo a los demás?
Ahora mismo podría lamentarme porque no tenemos dioses admirables, quizá yo los desconozca y ahí muere todo. Pero qué estamos compartiendo con los demás es lo importante; cuáles son nuestras motivaciones diarias; qué esperamos del ahora y el futuro y qué haremos al respecto. Cuáles son los valores que rigen nuestras vidas...
Ahora mismo podría lamentarme porque no tenemos dioses admirables, quizá yo los desconozca y ahí muere todo. Pero qué estamos compartiendo con los demás es lo importante; cuáles son nuestras motivaciones diarias; qué esperamos del ahora y el futuro y qué haremos al respecto. Cuáles son los valores que rigen nuestras vidas...
Me pregunto qué estará haciendo Tlaloc que no manda la lluvia. Todo el día estuvo nublado, caluroso y cayeron breves lloviznas, pero hace falta los truenos y el viento que refresque nuestro sueño.
Jueves día de Thor.
Sincretismo total!
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